LAS PRISIONES DEL ALMA SON REALES
LAS PRISIONES DEL ALMA SON REALES
Y es que cuando el alma es encarcelada sufre tanto como si la persona
hubiera sido aprisionada físicamente, porque la Biblia describe que las
prisiones son tan reales, que al igual que las físicas tienen: calabozos, celdas,
mazmorras, cadenas, lazos y aún verdugos.
De ahí que Isaías 42:7 diga: “… para que saques de la cárcel a los presos,
y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.”, e Isaías 61:1 mencione:
“… para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros… “.
Surgiendo entonces la pregunta: ¿Prisioneros de qué?
Bueno, las cárceles para el alma son de diferentes tipos, las hay de temor,
de inmoralidad, de muerte, de enfermedad, de pobreza, de vicio, de soledad, de
maldad, de ocultismo, de locura, de religiosidad, y aún de amargura y de
menosprecio.
Y cómo saber cuando tu alma está encarcelada, bueno, pues porque te
encuentras en una situación en la que hagas lo que hagas no puedes salir; las
personas que por ejemplo están en cárceles de inmoralidad no hay forma de que
dejen su vida pecaminosa por más que lo intenten, de ahí que haya mujeres que
tengan un deseo tan desmedido por el sexo que opten mejor por entrar a la
prostitución, pero no tanto por las ganancias, sino porque es la única manera
que encuentran de satisfacer continuamente sus instintos.
Y es que, si tu alma ha sido aprisionada, solamente el Hijo de Dios puede
darte la libertad, nadie más que Él a través de su sangre podrá hacerlo.
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