PUEDE UNA MUJER INSINUÁRSELE A UN HOMBRE POR RAZONES ECONÓMICAS

 PUEDE UNA MUJER INSINUÁRSELE A UN HOMBRE POR RAZONES ECONÓMICAS

Imagínate que te enteras que en tu iglesia, una de las mujeres jóvenes de la congregación fue de noche a la casa de uno de los hermanos ya maduros, que vive solo y que por cierto es muy rico; y se metió sigilosamente sin que nadie la viera a su hogar, subió a su recámara y se acostó con él sin que este lo notara.

 Y que cuando este despertó en la madrugada, lo primero que ella le dijo descaradamente fue “tómame, porque necesito un hombre que me proteja”, y entonces él no solo aceptó, sino que además le pidió que no se fuera, sino que durmiera con él el resto de la noche.

¿Qué pensarías de una mujer así? Y bueno, ¿De un hombre así también?, porque recuerda que no son un matrimonio, y aun siendo cristianos, terminaron durmiendo juntos hasta la mañana.

Bueno, espero que no hallas pensado mal de ellos, porque la mujer que hizo algo similar a esto fue una moabita llamada Ruth, que está en la Biblia, y que después de embellecerse fue en la oscuridad de la noche a insinuársele a un hombre maduro y muy rico llamado Booz, se acostó con él sin que este se diera cuenta y cuando este despertó le propuso que la protegiera haciéndola suya, y el hombre no solo aceptó el asunto, sino que además le pidió que se quedara y durmiera con él hasta la mañana.

Y la Biblia no critica lo sucedido, sino que muestra como a la larga está mujer terminó siendo uno de los ancestros de nuestro Señor Jesucristo, y es que la Palabra de Dios no narra cuentos de hadas, sino historias de la vida real, cosas que, aunque a veces fuera de toda regla, suceden, porque así es la vida.

Y es que así pasa, ejemplo de ello fueron los miles de mujeres solas que ahora en pandemia, quedaron sin trabajo, y para sobrevivir terminaron seduciendo hombres y prostituyéndose con ellos para así salir adelante; y muchas de ellas fueron cristianas, pero como juzgarlas, si las iglesias aun queriendo no tuvieron después de un tiempo la capacidad de brindarles ayuda, pues los recursos económicos poco a poco se fueron consumiendo conforme la enfermedad avanzaba.