LA IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LA MUJER EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA
LA IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LA MUJER EN LA HISTORIA DE
LA IGLESIA
Cuando
nos imaginamos a Jesús predicando por pueblos y aldeas, lo que pensamos es básicamente
en un grupo de hombres yendo de un lado a otro; pero eso no es cierto.
(Lucas
8:1-3) “… con Él iban los doce, y también algunas
mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades:
María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, y Juana,
mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y muchas otras que de sus
bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.”
El
grupo con el que Jesús viajaba incluía hombres y mujeres, y no solo eso, sino
que además agrega que eran las mujeres quienes contribuían económicamente al
sostenimiento del grupo.
Ahora,
esto no significa que no halla habido hombres que contribuyeran a la causa del
Reino de los Cielos, supongo que los hubo, pero han de ver sido las mujeres el
pilar principal económicamente hablando, de ahí que fueron por eso mencionadas.
Y
es que la mujer judía era por naturaleza negociante, así lo plantea Proverbios
31 al hablar de la mujer virtuosa, una mujer esforzada, trabajadora, que sabe
como obtener recursos económicos, que sabe de negocios, que conoce de
inversiones, y que sumado a todo eso, es dadivosa.
Por
eso es que no hay duda que dentro del pueblo judío de esa época, había mujeres
que tenían los recursos suficientes para mantener el ministerio de Jesús, y no
solo el dinero, sino el tiempo necesario para ir a predicar a su lado.
Y
es que al analizarlo adecuadamanete, la mujer dentro de la historia de la
iglesia ha tenido un papel económico importantísimo, como no tienes idea.
Aún
en nuestros días, son las mujeres las que en su mayoría sostienen
económicamente a las iglesias, sin ellas la mayor parte se declararía en
bancarrota; y eso no significa que los hombres no aporten, pero es que de
entrada, en toda iglesia siempre hay más mujeres que hombres.
Además
las mujeres asisten más veces por semana que ellos, y no solo aportan en
dinero, sino también en especie, es decir dan cosas, y sumado a esto colaboran
en casi cualquier actividad, desde la limpieza o la cocina, hasta la
administración y la enseñanza.
Cosa
que el hombre no hace, en parte porque al ser el sostén económico principal de
su hogar no tiene tanto tiempo, y en parte porque no le interesa.
Así que la próxima vez que te imagines a Jesús predicando, piensa no solo en un grupo de amigos viajando de un lado a otro, sino a un grupo de amigos y de amigas conviviendo día a día, en el que las mujeres seguro tenían voz, porque como en todo, el que pone el dinero siempre tendrá cierta influencia sobre el que lo recibe.
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