LA ENVIDIA PUEDE MALDECIRTE
LA ENVIDIA PUEDE MALDECIRTE
La prueba de que la envidia puede acabar con la vida de una persona la tenemos en el primer homicidio de la humanidad, Caín y Abel; fue tal el disgusto de Caín por el hecho de que su ofrenda no fue aceptada al igual que la de su hermano, que lo mató.
De ahí que la envidia se diga en las Escrituras que es un sentimiento aún
más poderoso que la propia ira.
Y es que al ser los seres humanos
personas creadas a la imagen de Dios, ni siquiera tenemos muchas veces que
tomar un arma, nuestras propias palabras ya son un arma en sí, porque, así como
Dios simplemente dijo “… sea la luz; y fue la luz…”, los seres humanos también tenemos
poder creador en lo que decimos, ya sea para bien o para mal.
De ahí que muchas personas aún de manera involuntaria maldigan a otras, aún
sin darse cuenta plenamente, solamente por lo que hablan de ellas.
Y es que, entre más importante sea el vínculo entre dos personas, más
influencia y poder tienen sus palabras sobre la otra persona, por eso no es lo
mismo que un desconocido hable de ti, a que lo haga un amigo, o peor aún un
familiar, y más grave todavía tus propios padres.
Por eso, cuando sientas que alguien te tiene envidia, lo primero que debes
hacer es alejarte definitivamente de esa persona y romper todo vínculo con ella,
ya que conscientemente o no, generalmente lo que diga o haga siempre será
dañino para ti.
A veces desgraciadamente será alguien a quién tu aprecias, pero no importa,
mientras albergue un sentimiento de ese tipo hacia tu persona, será más el mal
que aporte a tu vida que el bien que pudiera significarte.
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