CÓMO ES UNA AUTÉNTICA SESIÓN DE LIBERACIÓN
CÓMO ES UNA AUTÉNTICA SESIÓN DE LIBERACIÓN
No sé si alguna vez tú has tenido la oportunidad de estar en una auténtica
sesión de liberación de demonios, sí, yo sé que muchas iglesias tienen sus
sesiones de liberación donde la gente se marea, tose, eructa y cosas así; pero
en la práctica si realmente los demonios están saliendo de esta manera o no, no
lo sé, porque también la gente es muy dada a imaginarse cosas.
Bueno, prosigamos, pues de entrada en una auténtica sesión de liberación lo
que debe de haber son realmente demonios y espíritus inmundos, porque si no los
hubiera, entonces de qué estarías liberando a los participantes.
Y dada la naturaleza de estos seres, lo que hay generalmente son: gritos,
intimidación y en ocasiones violencia; y por qué, pues porque así son tanto los
demonios como los espíritus inmundos, les encanta de entrada gritar; un demonio
no habla a través de un poseído con voz calmada y te dice: “me presento, yo soy
servidor de Satanás”, no, un demonio te grita con vigor: “¡Yo soy el diablo,
soy el diablo!”
Y ya dependerá de quién este llevando a cabo esto el cerrarle la boca o no,
porque si no se la cierras él se sigue eh, es su naturaleza, les encanta hacer
escándalo.
Seguido a algo así generalmente comenzará a intimidarte si lo dejas, porque
una de sus mejores armas del enemigo siempre será el miedo, por eso es que
después de decirte que es el diablo, que lo más seguro es que no lo sea, porque
el verdadero Satanás tiene mejores cosas que hacer, te va a gritar algo como:
“¡Te voy a matar, voy a acabar con tu vida, tú no eres nadie, vas a morir!”
Y después de esto puede tornarse violento y agredirte, desde algo así como
escupirte o vomitar sobre ti, hasta aventarte e irse sobre ti a golpes; es más,
a mí me ha tocado ver como grupos de 4 o 5 cristianos no logran someter a un
endemoniado y trancazos les tocan a todos.
De ahí la importancia de que quién dirija esto esté preparado para ello
realmente, de esa forma el asunto siempre estará bajo control y la persona
finalmente será liberada, porque un demonio por más escandaloso e intimidante
que sea no tiene en verdad la fuerza suficiente para salir triunfante ante la
auténtica presencia del Espíritu Santo, no hay manera.
Es más, sesiones de liberación que duran horas no son ni siquiera bíblicas,
cuando viste a Jesús tardarse 7 u 8 horas en liberar una persona, nunca, bastan
minutos para ello.
Por eso, algo que debes comprender es que quien libera es Dios mismo, su presencia es la que hace huir al enemigo, así que si la presencia de Dios está en ese momento de alguna forma, ten por seguro que aunque estas sesiones son realmente impactantes, la persona poseída será finalmente libre.
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