¿HUBO COVID EN LA ÉPOCA DE JESÚS?

 ¿HUBO COVID EN LA ÉPOCA DE JESÚS?

Si recordamos lo que fue la pandemia veremos que tal vez lo más terrible de la enfermedad, aparte claro de la enfermedad misma, era que si enfermabas quedabas aislado casi totalmente, ya nadie te visitaba, nadie te abrazaba, la gente no se te acercaba, no te dejaban entrar en las tiendas ni en los mercados, no podías ir a la iglesia a que oraran por ti y los pastores tampoco querían ir a tu casa a imponerte las manos.

Y todo por ese pavor casi indescriptible a ser contagiado y posiblemente morir de una de las formas más aterradoras posibles.

Así que sí, algo similar sucedía en los tiempos de Jesús en esta Tierra, no existía el COVID, pero si había enfermedades como la lepra o el flujo de sangre que te aislaban de la sociedad, porque no solo te enfermaban, sino que te hacían ritualmente impuro, y con ello ya nadie quería estar cerca de ti, mucho menos los religiosos, y tampoco podías entrar ni al Templo ni a las sinagogas.

Y es que tanto la lepra como el flujo de sangre eran enfermedades no solo terribles al igual que el COVID, sino prácticamente incurables en su tiempo, y sí, te podían llevar a la muerte de una forma aterradora, por eso se les tenía tanto miedo.

Entiendes ahora cuanto amor tenía realmente Jesús por la gente, entiendes ahora su devoción por salvar al ser humano, pues mientras los religiosos del momento ni siquiera se te acercaban, el hablaba con los leprosos, fue tocado por una mujer con flujo de sangre; y en ningún momento ves ni siquiera indicios de temor al contagio en sus palabras.

Ah, cuan diferente era Jesús de los sacerdotes y fariseos de su tiempo; casi tan diferente como lo es hoy en día de los pastores evangélicos, que todo el tiempo se la pasan hablando de un Dios que sana, y a la hora de la hora cuando el COVID acecho al mundo, en vez de salir corriendo a los hospitales y a las calles a sanar a los enfermos, cerraron las iglesias y huyeron despavoridos a esconderse en sus casas por el miedo a ser contagiados también.

Pero no te preocupes, que ese Jesús que sanaba a los leprosos y que fue tocado por una mujer con flujo de sangre y no solo no le reclamo el hecho sino que la mando en paz, sigue VIVO hoy, y al igual que en esos tiempos, tampoco tiene miedo a que te acerques a él y lo contagies, ni a que al tocarlo le pegues tu inmundicia.

Por eso hoy mismo, como lo fue hace 2000 años, puedes acercarte confiadamente al trono de su gracia para clamar por misericordia ante tiempos tan difíciles como los que estamos viviendo, que el tendrá piedad de ti.

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